Fundación Crecimiento Interior

Crece y ayuda a crecer a los demás.

Te brindamos información, cursos, seminarios y servicios orientados al crecimiento interior.

e-mail: info@fundaci.com

La Fundación Crecimiento Interior, es una entidad, que si bien nació en la República Argentina, se proyecta hacia el mundo, con el objetivo de acompañar y ayudar a todas aquellas personas que se encuentren en la búsqueda de su Crecimiento Interior.

Entidad Sin Fines de Lucro- Creada el 21 de noviembre de 1991 Personería Jurídica .G.J. No: 000002/92. CUIT 30-65085273-3 - ENTIDAD EXENTA DEL IMPUESTO A LAS GANANCIAS-

 

COMBINACIONES EXITOSAS DE FACTORES CLAVES

MOTIVACIÓN PARA EMPRENDEDORES Y EMPRESARIOS
La realidad es que existen factores que en determinadas combinaciones crean el basamento para el éxito motivacional del emprendedor, y en otras combinaciones conducen a la inercia, o incluso al fracaso.

Esta visión está orientada a:
Identificar los factores claves intervinientes.
Entender que combinación de factores puede estar originando la inercia o el fracaso y como trabajar para evitarlos y en su caso revertirlos.
Crear en el emprendimiento las combinaciones exitosas de los factores claves.

A tal fin, aconsejamos ver los siguientes temas.
El grado evolutivo
El estado interior del Ser: la caja interior.
Los factores que determinan el estado interior del Ser
Los eventos. Su formación, evolución, desenlace e interpretación
Las acciones y respuestas a los eventos
La energía, como acceder, conservar, y usar. Como evitar perderla.
El locus de control, el determinismo y el libre albedrío
La pasión, el entusiasmo, el motus y la voluntad
Los tres mundos, sus parcelas, y senderos
El cubo del tiempo
La Estructura del Ser
Los seres y su actuación.
Los objetos en el mundo.
Las fuerzas intervinientes
El entorno
La verdad, la luz y el Bien y sus opuestos
La generación
El recibir
El dar
La integridad
La armonía.
El mundo en continuo cambio
El poder
La fe
La sublimación energética
La superación de defectos
El desarrollo de virtudes
El Gozo y la felicidad

 

Antigua bendicion irlandesa ¿Qué podrías compartir con nosotros?

Más abajo econtrarás una antigua bendición irlandesa, si bien se la considera de autor anónimo, la tradición la  atribuye a San Patricio (el santo patrón de Irlanda).
Luego de leerla. ¿Qué destacarías hoy de ella para compartir con nosotros?
Dino

Antigua bendicion irlandesa

“Que la tierra se vaya haciendo camino ante tus pasos,
que el viento sople siempre a tus espaldas,
que el sol brille cálido sobre tu cara,
que la lluvia caiga suavemente sobre tus campos y,
hasta tanto volvamos a encontrarnos,
que Dios te lleve en la palma de su mano.”

Bendición

Que vivas por el tiempo que tú quieras, y que nunca quieras vivir tanto como vives.
Recuerda siempre olvidar las cosas que te entristecieron.
Pero nunca te olvides de recordar las cosas que te alegraron.
Recuerda siempre olvidar a los amigos que resultaron falsos.
Pero nunca olvides recordar a aquellos que permanecieron contigo.
Recuerda siempre olvidar los problemas que ya pasaron
Pero nunca olvides recordar las bendiciones de cada día.
Que el día más triste de tu futuro no sea mayor a la felicidad del día más feliz de tu pasado.
Que nunca se te venga el techo encima y que los amigos reunidos debajo de él, nunca se vayan.
Que siempre tengas palabras cálidas en un frío anochecer,
Una luna llena en una noche oscura,
Y que el camino siempre se abra a tu puerta.
Que haya una generación de hijos en los hijos de tus hijos.
¡Que vivas cien años, con un año extra para arrepentirte!
Que el Señor te guarde en Su mano y nunca apriete mucho el puño.
Que tus vecinos te respeten, los problemas te abandonen,
Que los ángeles te protejan, y que el cielo te reciba,
Que la fortuna de las colinas irlandesas te abracen.
Que las Bendiciones de San Patricio te contemplen.
Que tus bolsillos estén pesados y tu corazón ligero,
Que la buena suerte te persiga, cada día y cada noche.
Muros contra el viento, un techo para la lluvia, bebidas junto a la fogata,
Risas para consolarte y aquellos a quienes amas cerca de ti,
¡Y todo lo que tu corazón desee!
Que Dios esté contigo y te bendiga,
Que veas a los hijos de tus hijos,
Que el infortunio sea pobre, seas rico en bendiciones.
Que no conozcas nada más que la felicidad
Que desde este día en adelante, Dios te conceda muchos años de vida,
De seguro Él sabe que la tierra no tiene suficientes ángeles.

Vinculos del amor: El error fatal

 

NUEVE DE CADA DIEZ PERSONAS COMETEN ESTE ERROR FATAL PARA EL VÍNCULO DEL AMOR ¿Y USTED?

EL ERROR FATAL PARA EL VÍNCULO DEL AMOR
 ¿Es un sueño? El mejor que podrías soñar. 
 Porque podemos compartirlo. 
Pero ¿por qué aquí? ¿por qué ahora? 
 ¿Por qué no aquí? ¿Por qué no ahora?  
¿Qué mejor lugar para soñar que París? 
(Tomado de la película Ratatuile) 
  
LAS SIETE FASES DEL VÍNCULO DEL AMOR
Contaremos a continuación una historia de amor entre dos personajes que llamaremos Juan y María. Atravesaremos con ellos siete fases que van desde la Zona de la Falta, pasando por círculos de placer intensos y finalizando de nuevo en la Zona de la Falta.  
El ciclo del vínculo del amor se mueve, evoluciona, involuciona y a veces Muere. Durante este viaje de Juan y María, y mientras avanzamos por las fases del vínculo, pasaremos por dos grandes etapas, una de ascenso y otra de descenso.
La etapa de ascenso, que comprende las fases dos a cuatro, es una etapa positiva donde el amor debidamente cuidado y alimentado crece, evoluciona, y llega a su punto óptimo, a su plenitud y una segunda etapa la del descenso, que comprende las fases cinco a siete, y que es una etapa negativa, donde el amor involuciona se va apagando, aparecen las quejas y los reclamos, las parejas negocian como adaptarse, que ceder, que cambiar para poder seguir o para volver a la etapa anterior que ya no existe, y esta etapa descendente finaliza en la muerte del vínculo. Si pudiésemos entender cómo quedarnos en la etapa de ascenso, podríamos mantener el vínculo vivo y radiante. De eso trata esta historia.

Fase uno: El inicio. La Zona de la Falta o la Zona de la comodidad.


La soledad no implica falta, Dentro del universo de las personas que viven solas, hay muchas que están felices en esa situación, tienen sueños, deseos, aspiraciones, objetivos, se sienten libres, sin ataduras, buscan salir y divertirse, expandirse, conocer gente y mundos, crecer. No perciben este estado como algo con falta, no es el caso de Juan y María que ahora pasamos a relatar. 
Juan y María todavía no se conocen.

Juan afirma que se siente solo y que si tuviese lo que le falta sería feliz: le falta concretar sueños, está pendiente de ese futuro que le permitirá tener eso anhelado, y eso anhelado en este caso es otra persona. Juan quiere y necesita enamorarse y disfrutar del vínculo de amor con otra persona. Mientras tanto no es feliz con lo que tiene. Está totalmente focalizado en lo que le falta, quizás no pueda ver las oportunidades que se le presenten. Explica y argumenta que es y será infeliz hasta que finalmente consiga lo que le falta: enamorarse y vivir feliz con otra persona. Por su parte María se encuentra exactamente en la misma situación que Juan, ella también se siente sola y vive en la falta.  

Fase dos: El Placer del Inicio. La chispa, el estímulo. La energía extraordinaria. Deseo, atracción y Creación del Círculo del Placer: ambos quieren poner lo mejor de sí. El ascenso.

Veamos la creación del vínculo de pareja a través de Juan y María. Un día se conocen, se sienten atraídos, se produce la chispa, el estímulo y nace el mutuo deseo intenso. Comienzan así una etapa de disfrute, de excitación, de euforia y entran en ebullición. Aquí aparece la energía extraordinaria propia de los recién enamorados. Una etapa de intenso contacto físico donde predominan los abrazos, los besos y las caricias.   Aquí se manifiesta el amor romántico y también el apasionado. Aquí el cuerpo, el corazón, la mente y el espíritu pueden encontrarse.
De este modo, casi sin darse cuenta, han creado su Círculo del Placer. Aquí dentro encuentran lo que les faltaba, pues es aquí donde ambos, con todo amor, quieren poner y ponen lo mejor de sí. Se focalizan sólo en ellos y en el vínculo que han construido, es como si para ellos el mundo exterior no existiese, no desean ni necesitan algo por fuera de dicho círculo: viven intensamente lo que tienen. Jan y María son felices. 

Este círculo que han creado puede modificarse por cuatro vías:

Aumentando la calidad de los elementos involucrados.  Aquí el círculo es mejor, pues aunque no han aumentado la cantidad, han aumentado la calidad del vínculo. Aquí encontraremos dos categorías de parejas a una la llamaremos “los novios eternos” y a la otra “los restringidos”.

“Los novios eternos” son los que quieren y pueden quedarse en esta fase dos. Lo hacen pues están satisfechos, felices en este nivel, y quizás es el nivel ideal para ellos. Ellos podrán trabajar con todos los factores que incrementan la calidad del círculo.
“Los restringidos” son los que se quedan en esta fase pues, aunque quisieran, no pueden avanzar a la siguiente fase. No tienen todos los elementos necesarios para hacer crecer el círculo. Son las parejas que tienen determinadas restricciones, tienen un límite una barrera que se los impide. Pueden ser limitaciones de diversos tipos:  físicas, emocionales, temporales, jurídicas, económicas, geográficas, entre otras. Un caso típico son “los amantes”. También estos podrían aumentar la calidad del vínculo, pero dada la restricción no pueden aumentar la cantidad de los elementos.

Aumentando la cantidad de los elementos que ponen en su interior. A estos, los denominaremos “los opacos”. Son los que optan por estar más tiempo juntos, hacen más cosas en común pero nunca aumentan la calidad del vínculo, pasarán desapercibidos, sin brillo, sin niveles altos de placer, Así el círculo se agrandará, pero solamente se agrandará, no aumentará en su calidad, así será más grande pero no un mejor círculo, la pareja no obtendrá lo mejor, pasarán de esta fase dos a la fase tres pero nunca podrán, por esta vía llegar a la fase cuatro de la plenitud, pues les “falta calidad” en el vínculo.  Y si siguen intentando agrandar el círculo, indefectiblemente pasarán a la fase cinco, la fase del error.

Aumentando la calidad y la cantidad de los elementos. A estos los denominaremos “los que buscan más”. Está compuesto por las parejas que quieren, pueden y aumentan la cantidad y calidad del vínculo y así este grupo avanza a la siguiente fase. Este es el caso de Juan y María que corren raudamente hacia la fase tres haciendo crecer el Círculo de Placer.

Disminuyendo calidad, sin aumentar cantidad. Este grupo de parejas los llamaremos “los insatisfechos” y se caracterizan porque uno de los integrantes quiere  avanzar a la siguiente fase y el otro quiere permanecer en la actual. El que quiere avanzar considera insuficiente el contenido de dicho círculo y clama por agrandar su tamaño y el que quiere permanecer en la actual considera que tienen el mejor círculo posible en las circunstancias que viven. Estos por falta de acuerdo no pueden aumentar ni la cantidad ni la calidad de los elementos. Si entre ellos este desacuerdo continúa, se instalarán en la queja y el reclamo y de esa insatisfacción de la pareja surge el error fatal de la fase cinco y su  ingreso a la Zona de la Falta, con la pérdida de los beneficios del círculo y las otras consecuencias que veremos más adelante.

Podría surgir la pregunta si para disfrutar lo mejor del círculo es mejor quedarse en esta fase o avanzar a la siguiente:
La realidad es que cada pareja se encuentra en un contexto determinado y son esas condiciones las que pueden darnos pautas para saber si es mejor estar en la fase dos, en la tres o en la cuatro, de la plenitud. Por ello avanzar no siempre es lo mejor.
Esto lo han descubierto los amantes y los novios eternos cuando se incorporaron al grupo de “los que buscan más”. Los amantes cuando libres de su restricción han intentado sin éxito llegar y mantenerse en la fase de plenitud, encontrándose al poco tiempo insatisfechos, desilusionados. También algunos “novios eternos” que se han mantenido mucho tiempo en este Círculo del Placer y que luego se lamentarán de haber avanzado a las siguientes etapas. También lo descubrirán Juan y María cuando se caigan del cielo en la fase cinco.

Fase tres: Un mejor círculo. Incremento del ascenso. Quieren más de eso, el Círculo del Placer puede agrandarse y se agranda en calidad y cantidad, se expande. 

Hemos dicho que a esta fase tres llega el grupo de “los que buscan más”, al que perteneces Juan y María.  Como el disfrute dentro del Círculo del Placer ha sido tan grande es natural que, tanto Juan como María hayan buscado de ampliar su tamaño. A tal fin y para poder agrandarlo comenzarán a actuar principalmente sobre cuatro variables: tiempo, cantidad, calidad e intimidad. 
Sobre el tiempo y la cantidad:  pues quieren estar cada vez más tiempo juntos y compartiendo más actividades
Sobre la calidad de la relación: Para que el deseo y el placer de sus experiencias compartidas tengan una calidad, una intensidad más alta, buscan hacer juntos cosas novedosas, excitantes, llamativas.
Sobre la intimidad: Juan y María en esta etapa, crean fuertes límites al círculo: se alejan de otras personas, quieren estar juntos y solos. Sienten que los otros en vez de aportar les quitan placer, y así por cierto tiempo se cierran al resto del mundo.  
De este modo habiendo ampliado el Círculo del placer Juan y María comienzan a rozar el cielo con las manos
Aquí tampoco es posible saber, dada la particularidad de cada pareja si es sabio, querible o posible seguir avanzando a la fase cuatro, la de la plenitud.
Por ello aquí también se pueden crear las mismas condiciones que vimos en la fase anterior, por lo tanto encontraremos a “los novios eternos”, a “los restringidos”, a “los opacos”, a “los insatisfechos” y a “los que buscan más”.
A este último grupo, o sea al grupo de las parejas que quieren, pueden y avanzan a la siguiente fase, siguen perteneciendo Juan y María que ahora avanzarán estrepitosamente a la fase cuatro.

Fase cuatro: La Plenitud. El punto óptimo: el Círculo Virtuoso del Placer. El Paraíso; tocando el cielo. El círculo ya no puede agrandarse. El límite no debe excederse.  Autodominio de la pareja.

 Así a esta fase llega el grupo de “los que buscan más” y los estudiaremos a través de la experiencia de Juan y María. Ellos sienten que el tiempo nunca les alcanza para compartir todo lo que quieren hacer juntos y que todavía pueden llegar a un nivel más alto de placer aumentando así la calidad del vínculo, por ello y con el fin de seguir ampliando el Círculo del Placer y su disfrute continúan interviniendo sobre las variables que lo aumentan. 
Así incorporan nuevos planes y proyectos y nuevas actividades para hacer juntos, el tiempo dedicado a ellas y la intensidad del disfrutarse y descubrirán, si no lo han hecho antes, que el mundo exterior vuelve a existir y que pueden y deben interactuar afuera. Ahora desde este nuevo lugar dentro del círculo podrán disfrutar intensamente lo de dentro y lo de fuera del círculo. 
De este modo el Círculo del Placer se seguirá agrandando hasta llegar a un punto.donde Juan y María tienen una sensación de enajenación, de vértigo pues están "locamente enamorados", Están en un estado  maravilloso, fascinante donde ambos se sienten eufóricos, excitados,  tan llenos de una Energía extraordinaria que  sienten que todo es posible, están plenos, aquí realmente nada les falta.
Este es el punto máximo de disfrute del círculo, donde la cantidad y la calidad del vínculo ha alcanzado la virtud, el tope, el esplendor, y al alcanzar este punto, el Círculo del Placer se convierte en el Círculo Virtuoso del Placer.  Este es el Estado al cual Juan y María han llegado y ahora tocan el cielo con las manos. 
Llegado a este punto no todos pueden seguir tocando el cielo con las manos, en realidad son muy pocos los que lo logran. Los llamaremos “los espléndidos”.
Dijimos que la pareja ha llegado al  punto más alto:  más alto en calidad, más alto en cantidad, esto representa un límite que no debe ser sobrepasado, y para evitarlo ha llegado el momento del freno, del autodominio, del control.
Las parejas de “los espléndidos” saben de la existencia de ese límite, saben dónde está, y para no sobrepasarlo y mantenerse así dentro del Círculo Virtuoso del Placer, trabajar intensamente con el “autodominio de a dos” manteniendose así en su máximo ideal  tanto la calidad como la cantidad del vínculo. Pero son pocos los que logran.
Otras parejas, los denominados “de la Plenitud Serena”, también saben del límite y lo respetan poniendo el freno necesario para no excederse del límite. Se mantienen así en la cantidad correcta y quieran o no van disminuyendo en parte la intensidad de la calidad, transformando así la locura de la pasión en un amor sereno, y de este modo disfrutan de los beneficios de un Círculo del Placer.
Existe un tercer grupo de parejas, el mayoritario, que llamaremos “los excedidos”, estos no ejercen el “autodominio de a dos” y no respetan el límite, y por querer seguir avanzando en una filosofía de creer  que “más es mejor” caen   a la tierra. A este grupo pertenecen Juan y María.

Fase cinco: El error fatal: Confunden cantidad con calidad. Violan el límite del Círculo del Placer.  Pérdida del Paraíso. Entran en la Zona de la Falta. Más se convierte en menos. 

 Existe un error fatal que consiste en seguir avanzando, cuando era sabio detenerse, no siempre más es mejor. Hemos adelantado una característica del Círculo del Placer y es que tiene un límite que no debe ser sobrepasado, un límite que lo separa de la Zona de la Falta. Este límite no se puede ver, ni percibir y la mayoría de las personas, en su ignorancia creen que no existe. Así si las parejas cruzan el límite del Círculo del Placer, entran en la Zona de la Falta.
Este error fatal lo cometen básicamente tres clases de parejas: las excedidas, las opacas y las insatisfechas.
Las parejas excedidas son las que vienen de la fase cuatro. Estas son las parejas en las cuales uno o ambos de los integrantes, a pesar de que la pareja había llegado a la plenitud del círculo, no consideraban suficiente lo que tenían y seguían queriendo más y más: más cantidad y más calidad. A este grupo pertenecen Juan y María. ¿Pero, cómo les ha sucedido esto?: Habíamos visto como ellos habían llegado, en la fase anterior, al Círculo Virtuoso del Placer. Es entendible que en su pasión tanto Juan como María, quisieran seguir ampliando el círculo, agrandándolo como lo habían hecho antes en la fase dos y en la tres. Es comprensible que en la locura de su amor sintieran que todavía no les alcanzaba ni el tiempo ni el espacio que compartían, para ellos la premisa era tener siempre más y hasta aquí este agregar les había funcionado maravillosamente bien.
Por esto seguían buscando más tiempo juntos o más eventos para compartir, por ello seguían aumentando las cantidades de las variables involucradas, seguirán pidiendo más y más de todo. Y aquí comienzan a confundir cantidad con calidad.
Es esta ignorancia, este desconocimiento de donde está la línea divisoria, la que hará que Juan y María un día, sin percatarse, sin proponérselo y bajo la premisa de seguir ampliando el placer, cometerán el error fatal y cruzarán, superarán, violarán el límite, saldrán así del Círculo del Placer y entrarán en la Zona de la Falta y más se convierte en menos: más cantidad se convierte en menos calidad y Juan y María caerán del Cielo a la Tierra.  
Por su parte también encontraremos aquí a las “parejas opacas” y a las “parejas insatisfechas“. Estas se fueron creando en la fase dos o tres, y han llegado a esta fase sin haber vividor la plenitud del Círculo Virtuoso. Ellas también son víctimas de la ignorancia del límite, para ellas también “más se convierte en menos”: pero con diferencias respecto al grupo de los excedidos.
En el caso de las “parejas opacas” “más se convierte en menos” pues se han enfocado solamente en la cantidad, y ahora perderán  la poca calidad que podían haber obtenido en las fases anteriores. Y en el caso de las parejas insatisfechas  “más se convierte en menos”, por haber querido más de lo que era posible, y encontrarse ahora que tienen mucho menos o nada de lo que tenían antes.

Fase seis. La caída. Del querer al deber. Focalizados en la falta. Nada alcanza. Del atraer al empujar. El otro debe poner.

Todas las parejas que ha cometido el error fatal se encuentran ahora en la Zona de la Falta y tendrán las mismas experiencias. Entre ellos Juan y María. Ellos al salirse del Círculo Virtuoso del Placer, han perdido el punto más alto y han caído del cielo a la tierra, pero no a una tierra cualquiera, han caído a la Zona de la Falta, una zona de queja y reclamo, donde ya nada es lo mismo todo cambia A partir de aquí “más se convierte en menos”: más cantidad se convierte en menos calidad y se produce la pérdida del disfrute en común y de la felicidad.  
Y esta pérdida está originada en un cambio de enfoque, de visión: en vez de mirar dentro del círculo la vista ahora está puesta fuera. 
La persona que cruza el límite, aunque físicamente esté dentro del círculo, sus deseos, sus necesidades, sus sentimientos y su mente se encuentran por fuera del círculo. Ya no puede ver lo que tienen en el círculo, ahora solo puede ver lo que cree que faltaría incorporar al círculo para recuperar el disfrute y la felicidad pérdida. 
Si antes Juan y María se admiraban mutuamente, esta admiración desaparece y comienzan a ver lo que le falta al otro, verán en el otro defectos donde antes había virtudes, se sentirá así cada vez menos enamorados.
Si Juan y María cuando comenzaron su vínculo en la fase dos “querían poner” y ponían dentro del círculo  lo mejor de sí, ahora en esta nueva fase convierten ese poner en “un deber”, en un reclamo, en una exigencia o en una súplica, siempre buscando que el otro ponga lo que parece que falta. Antes se sentían atraídos para poner, ahora se sienten empujados a poner.  En vez de disfrutar lo que tienen, se quejan por lo que falta.
 Y este reclamo o falta una vez generado no tiene límites y ya no se soluciona con esto o aquello, nada es suficiente no hay modo de satisfacerlo. La satisfacción de un pedido hace aparecer de inmediato otro pedido insatisfecho.  
Y el reclamo se manifiesta en la queja, en el malestar o descontento por algo o por todo. Aparece así el resentimiento o disgusto que se tiene por la actuación o el comportamiento del otro y que impide el disfrute en común. 
Así aparece la imposibilidad del disfrute del Círculo del Placer. A partir de esta fase el disfrute es mínimo o inexistente. Vivirán la insatisfacción y la frustración, y el amor podría convertirse en odio. 
Es posible que Juan y María perduren en esta fase mientras intentan probar diversos caminos:
Pueden intentar buscar una solución, hacer los cambios que les permitiría volver a vivir dentro del Círculo del Placer, volver al paraíso perdido. Pero regresar a dicho círculo es poco factible si no logran cambiar el enfoque que los llevó a ver afuera en vez de dentro del círculo.
Pueden aceptar que la vida en pareja es así. Buscarán mantener una convivencia, ver que ceder, que cambiar para poder seguir en este aparente refugio, necesitarán adaptarse, o resignarse y seguir viviendo con tormentas y planteos este pálido y triste reflejo de un Círculo del Placer.
O pueden elegir avanzar o quizás sean empujados a la fase siguiente: La disolución.

Fase siete. La soledad. Disuelto el Círculo del Placer se vuelve a zona inicial de falta.  

Juan y María se dan cuenta de que se ha destruido lo creado, que ha desaparecido totalmente el Círculo del Placer, que ya no existe. Juan y María no tienen nada que los mantenga unidos. Se separan y vuelven a la situación inicial, a la Zona de Falta. 
Juan afirma que se siente solo y que si tuviese lo que le falta sería feliz. María dice lo mismo que Juan. 
¿Podrán la próxima vez evitar el error fatal de la fase cinco?, esperemos que sí. 
¿Y Usted en qué fase está?

DINO

Me gustaría conocer tus comentarios, escribiendome a mi e-mail: fundacrecimiento@gmail.com

Vinculos del amor: El error fatal

 

NUEVE DE CADA DIEZ PERSONAS COMETEN ESTE ERROR FATAL PARA EL VÍNCULO DEL AMOR ¿Y USTED?

EL ERROR FATAL PARA EL VÍNCULO DEL AMOR
 ¿Es un sueño? El mejor que podrías soñar. 
 Porque podemos compartirlo. 
Pero ¿por qué aquí? ¿por qué ahora? 
 ¿Por qué no aquí? ¿Por qué no ahora?  
¿Qué mejor lugar para soñar que París? 
(Tomado de la película Ratatuile) 
  
LAS SIETE FASES DEL VÍNCULO DEL AMOR
Contaremos a continuación una historia de amor entre dos personajes que llamaremos Juan y María. Atravesaremos con ellos siete fases que van desde la Zona de la Falta, pasando por círculos de placer intensos y finalizando de nuevo en la Zona de la Falta.  
El ciclo del vínculo del amor se mueve, evoluciona, involuciona y a veces Muere. Durante este viaje de Juan y María, y mientras avanzamos por las fases del vínculo, pasaremos por dos grandes etapas, una de ascenso y otra de descenso.
La etapa de ascenso, que comprende las fases dos a cuatro, es una etapa positiva donde el amor debidamente cuidado y alimentado crece, evoluciona, y llega a su punto óptimo, a su plenitud y una segunda etapa la del descenso, que comprende las fases cinco a siete, y que es una etapa negativa, donde el amor involuciona se va apagando, aparecen las quejas y los reclamos, las parejas negocian como adaptarse, que ceder, que cambiar para poder seguir o para volver a la etapa anterior que ya no existe, y esta etapa descendente finaliza en la muerte del vínculo. Si pudiésemos entender cómo quedarnos en la etapa de ascenso, podríamos mantener el vínculo vivo y radiante. De eso trata esta historia.

Fase uno: El inicio. La Zona de la Falta o la Zona de la comodidad.


La soledad no implica falta, Dentro del universo de las personas que viven solas, hay muchas que están felices en esa situación, tienen sueños, deseos, aspiraciones, objetivos, se sienten libres, sin ataduras, buscan salir y divertirse, expandirse, conocer gente y mundos, crecer. No perciben este estado como algo con falta, no es el caso de Juan y María que ahora pasamos a relatar. 
Juan y María todavía no se conocen.

Juan afirma que se siente solo y que si tuviese lo que le falta sería feliz: le falta concretar sueños, está pendiente de ese futuro que le permitirá tener eso anhelado, y eso anhelado en este caso es otra persona. Juan quiere y necesita enamorarse y disfrutar del vínculo de amor con otra persona. Mientras tanto no es feliz con lo que tiene. Está totalmente focalizado en lo que le falta, quizás no pueda ver las oportunidades que se le presenten. Explica y argumenta que es y será infeliz hasta que finalmente consiga lo que le falta: enamorarse y vivir feliz con otra persona. Por su parte María se encuentra exactamente en la misma situación que Juan, ella también se siente sola y vive en la falta.  

Fase dos: El Placer del Inicio. La chispa, el estímulo. La energía extraordinaria. Deseo, atracción y Creación del Círculo del Placer: ambos quieren poner lo mejor de sí. El ascenso.

Veamos la creación del vínculo de pareja a través de Juan y María. Un día se conocen, se sienten atraídos, se produce la chispa, el estímulo y nace el mutuo deseo intenso. Comienzan así una etapa de disfrute, de excitación, de euforia y entran en ebullición. Aquí aparece la energía extraordinaria propia de los recién enamorados. Una etapa de intenso contacto físico donde predominan los abrazos, los besos y las caricias.   Aquí se manifiesta el amor romántico y también el apasionado. Aquí el cuerpo, el corazón, la mente y el espíritu pueden encontrarse.
De este modo, casi sin darse cuenta, han creado su Círculo del Placer. Aquí dentro encuentran lo que les faltaba, pues es aquí donde ambos, con todo amor, quieren poner y ponen lo mejor de sí. Se focalizan sólo en ellos y en el vínculo que han construido, es como si para ellos el mundo exterior no existiese, no desean ni necesitan algo por fuera de dicho círculo: viven intensamente lo que tienen. Jan y María son felices. 

Este círculo que han creado puede modificarse por cuatro vías:

Aumentando la calidad de los elementos involucrados.  Aquí el círculo es mejor, pues aunque no han aumentado la cantidad, han aumentado la calidad del vínculo. Aquí encontraremos dos categorías de parejas a una la llamaremos “los novios eternos” y a la otra “los restringidos”.

“Los novios eternos” son los que quieren y pueden quedarse en esta fase dos. Lo hacen pues están satisfechos, felices en este nivel, y quizás es el nivel ideal para ellos. Ellos podrán trabajar con todos los factores que incrementan la calidad del círculo.
“Los restringidos” son los que se quedan en esta fase pues, aunque quisieran, no pueden avanzar a la siguiente fase. No tienen todos los elementos necesarios para hacer crecer el círculo. Son las parejas que tienen determinadas restricciones, tienen un límite una barrera que se los impide. Pueden ser limitaciones de diversos tipos:  físicas, emocionales, temporales, jurídicas, económicas, geográficas, entre otras. Un caso típico son “los amantes”. También estos podrían aumentar la calidad del vínculo, pero dada la restricción no pueden aumentar la cantidad de los elementos.

Aumentando la cantidad de los elementos que ponen en su interior. A estos, los denominaremos “los opacos”. Son los que optan por estar más tiempo juntos, hacen más cosas en común pero nunca aumentan la calidad del vínculo, pasarán desapercibidos, sin brillo, sin niveles altos de placer, Así el círculo se agrandará, pero solamente se agrandará, no aumentará en su calidad, así será más grande pero no un mejor círculo, la pareja no obtendrá lo mejor, pasarán de esta fase dos a la fase tres pero nunca podrán, por esta vía llegar a la fase cuatro de la plenitud, pues les “falta calidad” en el vínculo.  Y si siguen intentando agrandar el círculo, indefectiblemente pasarán a la fase cinco, la fase del error.

Aumentando la calidad y la cantidad de los elementos. A estos los denominaremos “los que buscan más”. Está compuesto por las parejas que quieren, pueden y aumentan la cantidad y calidad del vínculo y así este grupo avanza a la siguiente fase. Este es el caso de Juan y María que corren raudamente hacia la fase tres haciendo crecer el Círculo de Placer.

Disminuyendo calidad, sin aumentar cantidad. Este grupo de parejas los llamaremos “los insatisfechos” y se caracterizan porque uno de los integrantes quiere  avanzar a la siguiente fase y el otro quiere permanecer en la actual. El que quiere avanzar considera insuficiente el contenido de dicho círculo y clama por agrandar su tamaño y el que quiere permanecer en la actual considera que tienen el mejor círculo posible en las circunstancias que viven. Estos por falta de acuerdo no pueden aumentar ni la cantidad ni la calidad de los elementos. Si entre ellos este desacuerdo continúa, se instalarán en la queja y el reclamo y de esa insatisfacción de la pareja surge el error fatal de la fase cinco y su  ingreso a la Zona de la Falta, con la pérdida de los beneficios del círculo y las otras consecuencias que veremos más adelante.

Podría surgir la pregunta si para disfrutar lo mejor del círculo es mejor quedarse en esta fase o avanzar a la siguiente:
La realidad es que cada pareja se encuentra en un contexto determinado y son esas condiciones las que pueden darnos pautas para saber si es mejor estar en la fase dos, en la tres o en la cuatro, de la plenitud. Por ello avanzar no siempre es lo mejor.
Esto lo han descubierto los amantes y los novios eternos cuando se incorporaron al grupo de “los que buscan más”. Los amantes cuando libres de su restricción han intentado sin éxito llegar y mantenerse en la fase de plenitud, encontrándose al poco tiempo insatisfechos, desilusionados. También algunos “novios eternos” que se han mantenido mucho tiempo en este Círculo del Placer y que luego se lamentarán de haber avanzado a las siguientes etapas. También lo descubrirán Juan y María cuando se caigan del cielo en la fase cinco.

Fase tres: Un mejor círculo. Incremento del ascenso. Quieren más de eso, el Círculo del Placer puede agrandarse y se agranda en calidad y cantidad, se expande. 

Hemos dicho que a esta fase tres llega el grupo de “los que buscan más”, al que perteneces Juan y María.  Como el disfrute dentro del Círculo del Placer ha sido tan grande es natural que, tanto Juan como María hayan buscado de ampliar su tamaño. A tal fin y para poder agrandarlo comenzarán a actuar principalmente sobre cuatro variables: tiempo, cantidad, calidad e intimidad. 
Sobre el tiempo y la cantidad:  pues quieren estar cada vez más tiempo juntos y compartiendo más actividades
Sobre la calidad de la relación: Para que el deseo y el placer de sus experiencias compartidas tengan una calidad, una intensidad más alta, buscan hacer juntos cosas novedosas, excitantes, llamativas.
Sobre la intimidad: Juan y María en esta etapa, crean fuertes límites al círculo: se alejan de otras personas, quieren estar juntos y solos. Sienten que los otros en vez de aportar les quitan placer, y así por cierto tiempo se cierran al resto del mundo.  
De este modo habiendo ampliado el Círculo del placer Juan y María comienzan a rozar el cielo con las manos
Aquí tampoco es posible saber, dada la particularidad de cada pareja si es sabio, querible o posible seguir avanzando a la fase cuatro, la de la plenitud.
Por ello aquí también se pueden crear las mismas condiciones que vimos en la fase anterior, por lo tanto encontraremos a “los novios eternos”, a “los restringidos”, a “los opacos”, a “los insatisfechos” y a “los que buscan más”.
A este último grupo, o sea al grupo de las parejas que quieren, pueden y avanzan a la siguiente fase, siguen perteneciendo Juan y María que ahora avanzarán estrepitosamente a la fase cuatro.

Fase cuatro: La Plenitud. El punto óptimo: el Círculo Virtuoso del Placer. El Paraíso; tocando el cielo. El círculo ya no puede agrandarse. El límite no debe excederse.  Autodominio de la pareja.

 Así a esta fase llega el grupo de “los que buscan más” y los estudiaremos a través de la experiencia de Juan y María. Ellos sienten que el tiempo nunca les alcanza para compartir todo lo que quieren hacer juntos y que todavía pueden llegar a un nivel más alto de placer aumentando así la calidad del vínculo, por ello y con el fin de seguir ampliando el Círculo del Placer y su disfrute continúan interviniendo sobre las variables que lo aumentan. 
Así incorporan nuevos planes y proyectos y nuevas actividades para hacer juntos, el tiempo dedicado a ellas y la intensidad del disfrutarse y descubrirán, si no lo han hecho antes, que el mundo exterior vuelve a existir y que pueden y deben interactuar afuera. Ahora desde este nuevo lugar dentro del círculo podrán disfrutar intensamente lo de dentro y lo de fuera del círculo. 
De este modo el Círculo del Placer se seguirá agrandando hasta llegar a un punto.donde Juan y María tienen una sensación de enajenación, de vértigo pues están "locamente enamorados", Están en un estado  maravilloso, fascinante donde ambos se sienten eufóricos, excitados,  tan llenos de una Energía extraordinaria que  sienten que todo es posible, están plenos, aquí realmente nada les falta.
Este es el punto máximo de disfrute del círculo, donde la cantidad y la calidad del vínculo ha alcanzado la virtud, el tope, el esplendor, y al alcanzar este punto, el Círculo del Placer se convierte en el Círculo Virtuoso del Placer.  Este es el Estado al cual Juan y María han llegado y ahora tocan el cielo con las manos. 
Llegado a este punto no todos pueden seguir tocando el cielo con las manos, en realidad son muy pocos los que lo logran. Los llamaremos “los espléndidos”.
Dijimos que la pareja ha llegado al  punto más alto:  más alto en calidad, más alto en cantidad, esto representa un límite que no debe ser sobrepasado, y para evitarlo ha llegado el momento del freno, del autodominio, del control.
Las parejas de “los espléndidos” saben de la existencia de ese límite, saben dónde está, y para no sobrepasarlo y mantenerse así dentro del Círculo Virtuoso del Placer, trabajar intensamente con el “autodominio de a dos” manteniendose así en su máximo ideal  tanto la calidad como la cantidad del vínculo. Pero son pocos los que logran.
Otras parejas, los denominados “de la Plenitud Serena”, también saben del límite y lo respetan poniendo el freno necesario para no excederse del límite. Se mantienen así en la cantidad correcta y quieran o no van disminuyendo en parte la intensidad de la calidad, transformando así la locura de la pasión en un amor sereno, y de este modo disfrutan de los beneficios de un Círculo del Placer.
Existe un tercer grupo de parejas, el mayoritario, que llamaremos “los excedidos”, estos no ejercen el “autodominio de a dos” y no respetan el límite, y por querer seguir avanzando en una filosofía de creer  que “más es mejor” caen   a la tierra. A este grupo pertenecen Juan y María.

Fase cinco: El error fatal: Confunden cantidad con calidad. Violan el límite del Círculo del Placer.  Pérdida del Paraíso. Entran en la Zona de la Falta. Más se convierte en menos. 

 Existe un error fatal que consiste en seguir avanzando, cuando era sabio detenerse, no siempre más es mejor. Hemos adelantado una característica del Círculo del Placer y es que tiene un límite que no debe ser sobrepasado, un límite que lo separa de la Zona de la Falta. Este límite no se puede ver, ni percibir y la mayoría de las personas, en su ignorancia creen que no existe. Así si las parejas cruzan el límite del Círculo del Placer, entran en la Zona de la Falta.
Este error fatal lo cometen básicamente tres clases de parejas: las excedidas, las opacas y las insatisfechas.
Las parejas excedidas son las que vienen de la fase cuatro. Estas son las parejas en las cuales uno o ambos de los integrantes, a pesar de que la pareja había llegado a la plenitud del círculo, no consideraban suficiente lo que tenían y seguían queriendo más y más: más cantidad y más calidad. A este grupo pertenecen Juan y María. ¿Pero, cómo les ha sucedido esto?: Habíamos visto como ellos habían llegado, en la fase anterior, al Círculo Virtuoso del Placer. Es entendible que en su pasión tanto Juan como María, quisieran seguir ampliando el círculo, agrandándolo como lo habían hecho antes en la fase dos y en la tres. Es comprensible que en la locura de su amor sintieran que todavía no les alcanzaba ni el tiempo ni el espacio que compartían, para ellos la premisa era tener siempre más y hasta aquí este agregar les había funcionado maravillosamente bien.
Por esto seguían buscando más tiempo juntos o más eventos para compartir, por ello seguían aumentando las cantidades de las variables involucradas, seguirán pidiendo más y más de todo. Y aquí comienzan a confundir cantidad con calidad.
Es esta ignorancia, este desconocimiento de donde está la línea divisoria, la que hará que Juan y María un día, sin percatarse, sin proponérselo y bajo la premisa de seguir ampliando el placer, cometerán el error fatal y cruzarán, superarán, violarán el límite, saldrán así del Círculo del Placer y entrarán en la Zona de la Falta y más se convierte en menos: más cantidad se convierte en menos calidad y Juan y María caerán del Cielo a la Tierra.  
Por su parte también encontraremos aquí a las “parejas opacas” y a las “parejas insatisfechas“. Estas se fueron creando en la fase dos o tres, y han llegado a esta fase sin haber vividor la plenitud del Círculo Virtuoso. Ellas también son víctimas de la ignorancia del límite, para ellas también “más se convierte en menos”: pero con diferencias respecto al grupo de los excedidos.
En el caso de las “parejas opacas” “más se convierte en menos” pues se han enfocado solamente en la cantidad, y ahora perderán  la poca calidad que podían haber obtenido en las fases anteriores. Y en el caso de las parejas insatisfechas  “más se convierte en menos”, por haber querido más de lo que era posible, y encontrarse ahora que tienen mucho menos o nada de lo que tenían antes.

Fase seis. La caída. Del querer al deber. Focalizados en la falta. Nada alcanza. Del atraer al empujar. El otro debe poner.

Todas las parejas que ha cometido el error fatal se encuentran ahora en la Zona de la Falta y tendrán las mismas experiencias. Entre ellos Juan y María. Ellos al salirse del Círculo Virtuoso del Placer, han perdido el punto más alto y han caído del cielo a la tierra, pero no a una tierra cualquiera, han caído a la Zona de la Falta, una zona de queja y reclamo, donde ya nada es lo mismo todo cambia A partir de aquí “más se convierte en menos”: más cantidad se convierte en menos calidad y se produce la pérdida del disfrute en común y de la felicidad.  
Y esta pérdida está originada en un cambio de enfoque, de visión: en vez de mirar dentro del círculo la vista ahora está puesta fuera. 
La persona que cruza el límite, aunque físicamente esté dentro del círculo, sus deseos, sus necesidades, sus sentimientos y su mente se encuentran por fuera del círculo. Ya no puede ver lo que tienen en el círculo, ahora solo puede ver lo que cree que faltaría incorporar al círculo para recuperar el disfrute y la felicidad pérdida. 
Si antes Juan y María se admiraban mutuamente, esta admiración desaparece y comienzan a ver lo que le falta al otro, verán en el otro defectos donde antes había virtudes, se sentirá así cada vez menos enamorados.
Si Juan y María cuando comenzaron su vínculo en la fase dos “querían poner” y ponían dentro del círculo  lo mejor de sí, ahora en esta nueva fase convierten ese poner en “un deber”, en un reclamo, en una exigencia o en una súplica, siempre buscando que el otro ponga lo que parece que falta. Antes se sentían atraídos para poner, ahora se sienten empujados a poner.  En vez de disfrutar lo que tienen, se quejan por lo que falta.
 Y este reclamo o falta una vez generado no tiene límites y ya no se soluciona con esto o aquello, nada es suficiente no hay modo de satisfacerlo. La satisfacción de un pedido hace aparecer de inmediato otro pedido insatisfecho.  
Y el reclamo se manifiesta en la queja, en el malestar o descontento por algo o por todo. Aparece así el resentimiento o disgusto que se tiene por la actuación o el comportamiento del otro y que impide el disfrute en común. 
Así aparece la imposibilidad del disfrute del Círculo del Placer. A partir de esta fase el disfrute es mínimo o inexistente. Vivirán la insatisfacción y la frustración, y el amor podría convertirse en odio. 
Es posible que Juan y María perduren en esta fase mientras intentan probar diversos caminos:
Pueden intentar buscar una solución, hacer los cambios que les permitiría volver a vivir dentro del Círculo del Placer, volver al paraíso perdido. Pero regresar a dicho círculo es poco factible si no logran cambiar el enfoque que los llevó a ver afuera en vez de dentro del círculo.
Pueden aceptar que la vida en pareja es así. Buscarán mantener una convivencia, ver que ceder, que cambiar para poder seguir en este aparente refugio, necesitarán adaptarse, o resignarse y seguir viviendo con tormentas y planteos este pálido y triste reflejo de un Círculo del Placer.
O pueden elegir avanzar o quizás sean empujados a la fase siguiente: La disolución.

Fase siete. La soledad. Disuelto el Círculo del Placer se vuelve a zona inicial de falta.  

Juan y María se dan cuenta de que se ha destruido lo creado, que ha desaparecido totalmente el Círculo del Placer, que ya no existe. Juan y María no tienen nada que los mantenga unidos. Se separan y vuelven a la situación inicial, a la Zona de Falta. 
Juan afirma que se siente solo y que si tuviese lo que le falta sería feliz. María dice lo mismo que Juan. 
¿Podrán la próxima vez evitar el error fatal de la fase cinco?, esperemos que sí. 
¿Y Usted en qué fase está?

DINO

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