16 June, 2012 20:56

 

La Fundación Crecimiento Interior

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REVISTA CRECIMIENTO INTERIOR N° 54

Año 6, mes de Abril de 1999

Revista Crecimiento Interior Nº 54, Año 6, Abril de 1999

 

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UN SIMPLE ARBOL

Hace mucho tiempo, en un bello campo, tres semillas de un mismo tipo de árbol comenzaron a germinar unas cerca de las otras. La primera de las semillas que logró salir a la luz, asomó desde la tierra su tallo verde, y de inmediato se dió cuenta que debía su vida, su existencia, a la madre tierra, al agua, y a los minerales que la habían nutrido en la oscuridad...

CONSEJOS PARA EL BUEN VIVIR XI

En esta entrega vamos a continuar con la consideración de algunos consejos para "la oficina, nuestro lugar de trabajo" (sexta parte)...

LAS FLORES DE BACH: Pine

El Dr. describió al tipo Pine como seres que pueden haber realizado una tarea hasta el final, pero siempre quedarán insatisfechos con el resultado, con esa leve duda de haber hecho todo lo posible o con la sensación interior de que podrían haberlo hecho mejor...

Cuentos


UN SIMPLE ARBOL

Hace mucho tiempo, en un bello campo, tres semillas de un mismo tipo de árbol comenzaron a germinar una cerca de la otra.
La primera de las semillas que logró salir a la luz, asomó desde la tierra su tallo verde, y de inmediato se dio cuenta que debía su vida, su existencia, a la madre tierra, al agua, y a los minerales que la habían nutrido en la oscuridad. La semilla era consciente de la profunda conexión que la unía con la madre tierra, y que la nutría y protegía. Pensó entonces, a poco de asomar un poco más sobre la faz de la tierra, que si también orientaba sus jóvenes ramas hacia ella y lograba hundirlas, tendría aún más vida, más energía, podría sentirse más segura. Aferrarse con todo su ser a lo terreno se volvió su objetivo. Además lograría alejarse de ese sol que día tras día le lastimaba con su claridad.
La segunda de las semillas al salir a la luz, y asomar también feliz su verde tallo, se dio cuenta de inmediato, como si hubiese tenido un golpe de intuición, de que había sido indudablemente el Padre Sol, el que con su envolvente calor le había dado vida, y que a él le debía todo lo que ella era y podía llegar a ser. Estaba agradecida de haber podido finalmente salir de la oscuridad en la cual había estado sumergida. Ahora su camino se presentaba luminoso y claro: debía dirigirse hacia la luz. Su camino era el camino del cielo.
Deseaba fervientemente alejarse de la oscuridad, alejarse de ese elemento burdo. Es más, como le daba asco cualquier contacto con un plano tan inferior, buscaba el modo de sacar también sus raíces de la tierra, para poder dirigir todo su ser hacia la luz. Su objetivo era servir a la luz, ponerse al servicio de algo superior. Quería llegar al Sol, y estaba convencida de que cuanto más se alejase de lo material, más fácil sería para ella lograrlo.
La tercer semilla al salir a la luz, dirigió primero su inteligencia hacia lo superior y agradeció al Padre Sol haberle dado la iluminación para reconocerla y respetarla; luego dirigió su inteligencia hacia la Madre Tierra y le agradeció todos los nutrientes que continuamente le proveía para su crecimiento. Y por esto hundía feliz sus raíces en la tierra porque sabía que por cada centímetro que crecía hacia abajo, podía elevar majestuosamente tres veces más sus ramas hacia el cielo.
Algunos dicen que existen muchas vidas; dicen algunos que las almas van evolucionando no sólo dentro de cierto reino, sino que además pasan de reino en reino. De este modo pasarían, cuando están suficientemente evolucionadas, del reino mineral al reino vegetal, y del mismo modo al reino animal, y después al reino humano. Éste no sería el último, pues las almas se dirigirían luego en el camino de la evolución a otros reinos celestiales más desarrollados.
Cuentan que con los años la primer semilla ya convertida en un árbol, había logrado su objetivo. Prácticamente había convertido sus ramas en raíces, pero lamentablemente, también con el paso de los años se había convertido en un árbol retorcido, gris, lleno de musgo, y casi sin hojas. Parecía un conjunto de raíces aferradas a la tierra. Nadie hubiese dicho que nació para ser un Roble.
De la segunda semilla se supo que con el tiempo, ya convertida en árbol, había logrado sacar casi todas sus raíces de la tierra y por esto su tronco se debilitó por falta de nutrientes. Perdió también las hojas y la capacidad de crecer. Quedó entonces sin fuerzas para seguir su evolución. Tarde se dio cuenta que pudiendo haber sido un verdadero Roble, había quedado convertida en una especie de débil enredadera sin sustento alguno.
Fue la tercer semilla, la que se convirtió en un Roble de majestuosa copa y sombra protectora, cumpliendo su misión en esta vida.
Dicen que esta semilla ya estaba en una de sus últimas evoluciones dentro del reino vegetal y que seguramente en poco tiempo iba a pasar al reino animal.
Dicen que la primer semilla, hacía poco que venía del reino mineral, y que había que tener paciencia, que ya en sucesivas evoluciones de su ser, nacimientos y muertes, se iba a dar cuenta de que lo material no era más que el sustento terrenal para algo superior.
De la segunda semilla dicen que tenía más vidas que la primera, pero que en su camino evolutivo, por querer rechazar lo terreno, se había ido al otro extremo, negándolo.
Si entonces todo esto fuese cierto, si existen varias vidas y un camino de evolución, ¿por qué será que a muchos humanos nos cuesta recordar y aprovechar nuestras existencias en el reino vegetal, cuando tuvimos que recorrer varias "vidas" sólo para darnos cuenta de que nuestras "ramas" no podían ir hacía abajo para adorar la tierra, ni nuestras "raíces" ir para arriba en un intento de negar esa misma tierra?. ¿Cómo puede ser que hayamos olvidado todo eso?. ¿Será consecuencia de este olvido, que muchos humanos que recorren el camino del desarrollo espiritual, evitan de hundir sus raíces en la tierra?. ¿Tendrán miedo de sentirse culpables ante sí mismos por convertirse en seres materialistas?.
¿Será consecuencia de este olvido que otros humanos se aferren con desesperación a lo terreno (los bienes materiales, el dinero) y se niegen a ver la luz?.
Uno de los principios Herméticos, dice "como es arriba es abajo", queriendo explicar que para acceder a comprender las grandes leyes espirituales que gobiernan al universo (lo de arriba), es muchas veces suficiente analizar lo que sucede en algún aspecto del mundo de todos los días (lo de abajo).
Por esto sería bueno, quizás salir a caminar una mañana... buscar un buen árbol, sentarse bajo su sombra protectora... cerrar los ojos, e intentar recordar en qué se basaba nuestra existencia cuando éramos unas simples semillitas. Recordar, para poder vivir ahora, con la armonía de un árbol. Recordar para distinguir cada vez mejor, la tierra del cielo y la profunda conexión que existe entre ambos.

Autor: Dr. Dino Ricardo Deon
Extraído del libro "Los cuentos de Dino".


Revista Crecimiento Interior Nº 54, Año 6, Abril de 1999

 

Escritos sobre Limpieza y cuidado de nuestras Energías

CONSEJOS PARA EL BUEN VIVIR XI

En esta entrega vamos a continuar con la consideración de algunos consejos para "la oficina, nuestro lugar de trabajo" (sexta parte).

1. IDENTIFICA Y RESPETA TUS BIORRITMOS LABORALES.
Si te prestas atención, te darás cuenta de que tienes ciertos ritmos personales que fluctúan durante el día, o sea ritmos circadianos. Estos ritmos hacen que durante ciertos horarios del día tengas un gran capacidad mental, y en otros apenas puedas razonar correctamente. Del mismo modo tu cuerpo físico tiene horarios de gran energía y otros que los pasa en un estado de casi letargo. Por esto, conociendo cuáles son tus momentos altos y bajos ya sea en el plano mental como en el físico, podrás buscar de acomodar tus tareas de modo de obtener tu mejor rendimiento. No sea que termines archivando papeles en los momentos de lucidez, y trátando de pensar en grandes temas, cuando tu mente te pide descansar. Recuerda que hay en tí un tiempo para archivar, un tiempo para pensar y un tiempo para hacer.

2. TENGA OBJETOS BELLOS
Ten objetos bellos y armoniosos en tu oficina. Estos objetos emiten una energía positiva que favorece el lugar. Es sabido además que algunas personas pueden llegar a enfermarse en lugares feos. Además todo lo que hagas para embellecer cada vez más tu lugar de trabajo, no sólo es bueno para tí, sino además para todos aquellos que te visiten.

3. QUÉ DICE EL CUADRO QUE TIENE ATRÁS SUYO.
Como dijimos más arriba, los objetos que tienes en tu oficina afectan tu estado de ánimo y el de las personas que lo visitan. Un amigo comerciante me contó una vez que él tenía dos cuadros del Quijote guardados en su oficina. En uno el Quijote lloraba, en el otro reía. Cuando le pregunté el por qué, me contestó con una sonrisa triunfal. - Cuando viene un cliente, cuelgo el cuadro del Quijote que ríe en la pared que está atrás de mí escritorio, y el Quijote que llora lo pongo atrás cuando viene un proveedor.
De este modo lograba influir en el estado de ánimo del que lo visitaba. Estaba modificando la conducta del otro. ¿Ud., qué tipo de cuadros tiene en su oficina?.


Revista Crecimiento Interior Nº 54, Año 6, Abril de 1999

Autor: Dr. Dino Ricardo Deon

 

Escritos sobre Terapias Florales


Las Flores de Bach
Pine (Pino silvestre)

El Dr. describió al tipo Pine como seres que pueden haber realizado una tarea hasta el final, pero siempre quedarán insatisfechos con el resultado, con esa leve duda de haber hecho todo lo posible o con la sensación interior de que podrían haberlo hecho mejor. Nunca estan conformes con sus logros y es permanente en ellos la sensación de carencia de "algo" que no pueden definir con claridad. Por qué no está bien hecho lo que hicieron, ni siquiera ellos mismos lo saben, pero de todos modos tienen la certeza de que así es.
Se trata sin duda de la conexión con nuestra parte inferior, nuestro ser terrenal que tiene una pobre comprensión y poca compasión por nosotros mismos. Cuando nos ataca un estado Pine, solemos "pegarnos" a nosostros mismos sin piedad. No podemos aceptar que nos hayamos equivocado tanto ni tan poco.
Pine es la flor que nos conecta con el elemento aire, con las ideas de perfección. Evidentemente las personas en este estado buscan un modelo que nada tiene que ver con su realidad y por tanto siempre sienten que no pueden lograrlo como desean. Cuando hablan, piden disculpas a cada rato. Todo para ellos se conecta con el pecado, desde el concepto religioso: el sólo pensamiento de algo puede ser motivo para que se sientan culpables; el sexo es visto por ellos como algo pecaminoso. Y si llegan a ver a alguien que está enojado, triste o abatido, no pueden evitar pensar que han sido la causa de esa emoción en el otro.
Pine se identifica con las culpas, con el exceso de responsabilidad que provoca que las personas se hagan cargo de aquello que no les sale bien a ellas, pero también de lo de todos los que están a su alrededor. Diríamos en la jerga de los terapeutas "culpa que anda dando vueltas por ahí, la pescan los tipo Pine". La actitud de responsabilizarse por tantas cosas, trae aparejada una seria pérdida energética que redunda en el rendimiento final de la persona. De modo que el sentirse culpable provoca un menor rendimiento y en consecuencia mayor culpabilidad. Así, esto puede transformarse en un círculo vicioso del que uno nunca logra salir por sí mismo.
Pine es una flor apropiada para los niños que piensan que son responsables de las discusiones de sus padres, o de la tristeza de su madre, o para los adultos que ya sea por acción o por omisión, piensan que provocaron el desenlace en algún hecho que en realidad nada tiene que ver con ellos.
Al tomar Pine, la persona recobra la conexión con la pureza de su Ser Superior, toma consciencia de su Alma y adquiere una comprensión diferente de la responsabilidad propia y de los errores ajenos. Puede ver que también los demás pueden equivocarse y que sólo el Alma puede aspirar al modelo de Perfección. Deja de autolimitarse sintiendo que la vida fluye más allá de lo que cada uno pueda pensar que hace bien o mal, o independientemente de los esfuerzos personales. Toma conciencia de que en definitiva hay una fuerza superior al ser que domina cada situación y por tanto no se culpa a sí mismo del resultado de cada acción. El tipo Pine positivo puede tomar distancia de las consecuencias de los hechos, (en especial cuando se trata de cosas que no dependen de su voluntad) y emplea su energía positiva en la realización en sí misma, independientemente del resultado final.
Es una flor para aprender a perdonarse, aprender a quererse y aceptar la divinidad en su interior.

"La ignorancia es el fracaso del aprendizaje, el negarse a ver la Verdad cuando se nos ofrece la oportunidad, y lleva a muchos actos equivocados como los que sólo pueden existir en las tinieblas y no son posibles cuando nos rodea la luz de la Verdad y del Conocimiento."
Edward Bach

Autores: Staff de la Revista Crecimiento Interior.

Revista Crecimiento Interior Nº 54, Año 6, Abril de 1999


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
 

 

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